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La voz es como una huella digital, tiene componentes armónicos, de tono o pausas. Te da una personalidad, un vínculo, un recuerdo único. La voz está recuperando protagonismo gracias al uso que hacemos de ella para comunicarnos con un asistente virtual o la Inteligencia Artificial. En un futuro no muy lejano, es probable que la IA aprenda ciertos matices y sea capaz de emocionar con su voz como lo hacemos los humanos.

Juliana Rueda es emprendedora y pionera del audiolibro en español, lleva más de quince años trabajando en el mundo del audiolibro o, dicho de otra forma, del libro narrado. Un mundo en constante crecimiento y en el que la voz es uno de los factores más relevantes. “Por el momento, la voz nos distingue como humanos”, dice Juliana. El secreto a la hora de leer un libro al oyente es narrarlo desde la emoción. Es aquí cuando empieza el proceso de inmersión en un audiolibro. “La voz, siendo algo tan antiguo, se ha vuelto muy moderno de repente. Esto es porque se le ha dado espacios que antes no tenía como el entretenimiento”.

Por otro lado, el ritmo, las pausas, la falta de respiración de una máquina leyendo hace que no se desarrolle bien la historia ni el espectador la siga correctamente. Es necesario un componente emocional. Por lo que dependiendo del producto que se desarrolla, la máquina funciona mejor o no. “La voz humana ahora mismo te da una personalidad, un vínculo y un nombre. Aporta un viaje emocional a nivel de entretenimiento. Hoy en día una máquina sirve para un consumo inmediato de noticias o servicios”.

Poco a poco, se están empezado a hacer pruebas con voces artificiales en los audiolibros y que, en un futuro no muy lejano, es probable que la Inteligencia Artificial aprenda ciertos matices y sea capaz de emocionar con su voz como lo hacemos los humanos.

Otro hándicap de la voz artificial para la industria del audiolibro son los costes. Aún es necesario hacer muchos retoques de edición, y eso hace que encarezca el proceso. Por lo que una voz de un actor humano y otra artificial tienen hoy en día los mismos costes, y al final el cliente siempre prefiere una voz humana para escuchar un audiolibro, que es la que de momento nos emociona.

¿Qué nos deparará el futuro en el ámbito de la voz? No sabemos cuándo llegará, pero sí que queremos disfrutar de la oportunidad de construir un futuro en el que las máquinas hablen y nos hagan sentir como lo hace la voz humana.